A la hora de comprar un sofá, la elección del material es esencial para su uso, mantenimiento y conservación. En la siguiente entrada os mostraremos los distintos tipos de tejidos, así como cuáles son los más recomendables a la hora de elegir y cómo podemos mantenerlos correctamente.
Conoce los tejidos
Los textiles son duraderos, cómodos y fáciles de conservar. Existen dos clases fundamentales: las naturales, donde se puede apreciar el hilado, y las artificiales. A la hora de analizar una tela es conveniente saber su fibra o su tejido.
Tejidos naturales
Lana
Su apariencia, conservación del calor, tacto y elasticidad se determinan principalmente por su finura y rizado. Es un excelente aislante térmico, con gran poder absorbente y capacidad de recuperación. Sin embargo, tiende a apelmazarse, se encoge al lavarse a demasiada temperatura y se deforma si se seca colgada.
Seda
Las ventajas de la seda es que es fuerte, ligera, agradable al tacto y fija bien los colores. A la hora de limpiar, es delicada con el roce y el sudor.
Algodón
Su calidad depende de la finura, pureza, brillo y longitud de la fibra. Es un material fresco, flexible, con alta resistencia al rasgado y el roce y un gran poder absorbente. Su gran inconveniente es que acostumbra a arrugarse.
Lino
Material fresco y agradable al tacto, que resiste muy bien la suciedad. Debe lavarse siempre a mano y tiende a arrugarse si no se somete a un tratamiento especial.
Tejidos sintéticos
Con esta denominación nos referimos a aquellos materiales que se obtienen de la polimerización de sustancias no existentes en la naturaleza. Son materiales muy resistentes, que se arrugan muy poco y fijan muy bien los colores. Se pueden mezclar con fibras naturales, gozando así de mayor resistencia y durabilidad. Algunas de las fibras sintéticas más utilizadas son el acrílico, la lycra, el nylon, el poliuretano y el poliéster.
Cómo cuidar la tela de tu sofá
La mayoría de las telas se pueden lavar en la lavadora, aunque siempre en el muestrario de telas figurarán las características del textil. Es recomendable aplicar a la tela un tratamiento antimanchas, que le proporcione una mayor seguridad a la hora de limpiar cualquier mancha.
Es importante evitar que la suciedad penetre en los tejidos, por lo que aspirar el polvo con un aspirador es más que recomendable. De tener alguna mancha localizada siempre hay métodos caseros que ayudarán a que desaparezca. El uso de amoniaco es siempre el más indicado siempre y cuando se use de forma responsable para tratar de evitar daños en la tela.
Si el sofá es desenfundable deben lavarse las fundas al menos una vez al año. Éstas sufrirán menos si las lavamos en una bañera con un detergente neutro que recurriendo a la lavadora.
Alarga la vida del sofá
Otros sencillos consejos para el correcto mantenimiento de la tela de nuestro sofá son:
- Evitar la exposición directa de los rayos del sol. Aunque la tela sea de un material resistente a la decoloración, los rayos de sol directos acabarán haciendo mella por lo que, si no es posible evitarlo, es recomendado recurrir a telas en colores crudos.
- Elegir la tela según el uso que le vayamos a dar al sofá. Una tela bordada puede proporcionar una mayor elegancia pero dará muchos más problemas a la hora de la limpieza, mientras que si tenemos animales en casa siempre lo más recomendable es utilizar telas resistentes.
Esperamos que la entrada de este mes os sirva para saber qué tela queréis aplicar en vuestro nuevo sofá, y cómo realizar el mantenimiento correcto para su mejor conservación.
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