Si pensamos en los sillones orejeros, todos recordamos la mítica imagen del salón de nuestros abuelos, en el que se encontraba ese sillón, en el lugar más privilegiado de todo el salón. Era el sillón preferido por todos, usado para leer, coser o simplemente relajarse.
En la actualidad, con la llegada de la tendencia vintage, este mueble ha recobrado vida y vuelve a ser un objeto de deseo por todos los apasionados de la decoración y el interiorismo.
¿Sabes cuál es el origen del sillón orejero? Ese sillón de respaldo alto y “orejas o alas” situadas a ambos lados de la cabeza, se inventó en la vieja Inglaterra de finales del siglo XVII. Los aristócratas no disponían de calefacción en los hogares y las chimeneas a menudo no eran suficiente para calentar todas las zonas de la casa. Empezaron a usar estos sillones que les tapaban la cara y les resguardaban del frío y de las corrientes de aire.