Historia de tu sofá, del Antiguo Egipto a la industrialización

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Junto a la evolución de la sociedad, son muchas las costumbres o las tradiciones que a lo largo de los años han ido cogiendo forma hasta desarrollar nuestra rutina diaria. Entre ellas podría situarse sin duda alguna la práctica del descanso, que ha acompañado a un sinfín de generaciones hasta desembocar en lo que a día de hoy conocemos como confort y comodidad.

Si nos introducimos en la búsqueda de los orígenes de un objeto de bienestar tan común como el sofá, descubrimos que sus raíces van mucho más allá de lo que alcanza nuestra memoria. Y es que la historia de este mueble, ya destinado a favorecer el descanso durante la antigüedad, se remonta a un pasado de tronos, clases sociales y muchas tardes de té.

Opulencia egipcia y funcionalidad romana

La mayor parte de fuentes históricas sitúan el origen del sofá en el Antiguo Egipto, ya que sus mandatarios aprovechaban la exuberancia de este mueble de estilo para marcar su posición social. La creación de los tronos y de las poltronas reales marca el origen de este tipo de descanso, que con los años evoluciona hasta adquirir formas y usos mucho más parecidos al que podemos darle a nuestro sofá a día de hoy.

El cambio de mentalidad en cuanto a practicidad y confort se refiere tiene lugar durante la época romana, en la que este tipo de piezas para el hogar, que aún siguen perteneciendo a los estratos sociales más altos, empiezan a utilizarse de un modo mucho más habitual y diario. La visión utilitaria de este mobiliario dota a su estructura de asiento y respaldo y lo sitúa alrededor de una mesa para poder descansar al mismo tiempo que se come, asemejándose cada vez más a lo que hoy en día conocemos como sofá.

Del artesano a la industria, la extensión del uso del sofá

Durante el siglo XVI, gracias a la prospección de la técnica artesana, tuvo lugar una explosión de calidad en la confección de este tipo de divanes, sobre todo por la naturalidad de sus maderas y la elegancia de sus tapizados. El uso de tejidos como el terciopelo o el cuero, de elevado coste económico, convirtieron al sofá en un producto ostentoso y de clase alta. Sin embargo, con la llegada de la industrialización y la reducción del precio de los materiales con los que se fabricaban este tipo de muebles, el sofá se transformó en un lujo popular, pudiendo acceder cada vez a más hogares y transformándose en la actualidad en una pieza indispensable para el descanso de muchas familias.

Tipos de rellenos para sofás

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A diferencia de otro tipo de muebles para el hogar, el aspecto o el estilo decorativo con el que ha sido fabricado el sofá no debería convertirse en el único elemento de referencia a la hora de decidirse por uno u otro modelo. Y es que cuando se habla de confort, tanto el relleno del respaldo como el del asiento dan lugar a una de las características más necesarias para garantizar el máximo relax de tu reposo diario.

Según el tipo de composición que incorpore el asiento, éste se adaptará de una forma u otra a la estructura del cuerpo, proporcionándonos así toda la ergonomía que nuestra espalda o nuestras piernas necesitan. Conoce de la mano del blog de OKSofás con qué tipo de rellenos puede estar fabricado tu sofá, teniendo en cuenta qué ventajas y desventajas te ofrece cada uno de ellos en materia de descanso.

¿Pluma o espuma?

Parte de la calidad que desprende nuestro sofá depende única y exclusivamente de su interior. Por este motivo resulta tan importante escoger materiales que refuercen la estructura del asiento o del respaldo desde dentro. Mientras que la pluma constituye uno de los rellenos más cómodos que existen en la actualidad, también es cierto que su coste puede disparar el precio final del sofá, por lo que muchas personas optan por utilizar rellenos de espuma, que son mucho más baratos.

Además, la pluma puede deformarse con el tiempo, llegando a perder su volumen original. Aunque la espuma es duradera y se recupera con mejor facilidad, lo cierto es que en materia de confort resulta un elemento poco adaptable y duro, por lo que muchas personas optan por utilizarla para el asiento y escogen la pluma para la zona del respaldo.

¿Híbridos o sintéticos?

En la actualidad, el relleno sintético se utiliza con mayor frecuencia para conformar el acolchado del sofá, sobre todo porque gracias al mismo se obtiene un resultado blando y mullido. El relleno híbrido, que está envuelto con dos capas exteriores de plumas naturales o de poliéster, convierte la espuma en un material mucho más cómodo y nada deformable. Si tenéis pensado utilizar el sofá con mucha frecuencia, una de las opciones más recurridas a la hora de rellenar la parte del asiento es la gomaespuma de calidad, cuya densidad puede proporcionar un descanso adecuado y con un mantenimiento mínimo.

Construye tu propio sofá de terraza con cojines y palets reciclados

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Ingenio, creatividad y poco presupuesto. Estos son todos los ingredientes que necesitas para fabricar cómodos asientos que, además de estar hechos a tu gusto y medida, pueden colocarse fácilmente en cualquier tipo de jardín, terraza o zona exterior.

Recrear una atmósfera zen y de estilo chill out, ideal para disponer en la vivienda de un área exclusiva para el descanso y el relax,  no requiere de grandes instrumentos o herramientas. Por este motivo, si ya cuentas con un sofá de interior que garantiza tu confort diario durante la época de más frío del año, desde el blog de OKSofás te invitamos a construir tu propio diván de verano, que estará listo en pocos y fáciles pasos.

Incorpora ruedas y colchones acondicionados

Para darle a tu terraza un toque moderno y veraniego sólo necesitas tres o cuatro palets, ruedas con frenos para las patas y algo de pintura, si lo que quieres es darle a tu sofá homemade un color muy especial. Lo primero que debes hacer para mejorar el aspecto del mueble es lijar y barnizar su capa exterior, comprobando de antemano que se trata de maderas fuertes y resistentes al peso. Necesitarás al menos un palé para el asiento y otro para el respaldo, aunque éste puede obviarse si contamos con una pared como apoyo.

A continuación, para que el sofá adquiera un carácter dinámico y movible y puedas cambiarlo de lugar cada vez que te apetezca, OKSofás te aconseja incorporarle ruedas giratorias en las patas, aumentando así la versatilidad decorativa de tu jardín o terraza. La elección del tamaño de cada uno de los palets dependerá del tipo de sofá que quieras construir, pudiendo añadir a la parte del asiento una madera algo más alargada a modo de chaise longue.  Para garantizar que el mueble resulte confortable, podemos reutilizar colchonetas o adquirir colchones finos y económicos.

Si quieres estar cómodo, ¡añade tantos cojines como puedas!

La solidez y la dureza de la madera se convierten en los principales inconvenientes de los sofás fabricados en casa, sobre todo porque no resultan nada ergonómicos ni anatómicos y no se adaptan a la postura de nuestro cuerpo. Sin embargo, uno de los complementos más empleados para paliar este efecto anti reposo es el uso de toda clase de cojines, que mejoran la posición de la espalda y favorecen su descanso. No tengas ningún tipo de reparo en añadir cuantos más mejor, reciclando o incluso confeccionando tus propios cojines caseros.

Accesorios para sofá: ¡lee y escucha música sin levantarte del asiento!

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Compartir nuestro tiempo libre con otras personas configura una meta muy fácil de perseguir, sobre todo porque en la actualidad contamos con mil y una opciones que aseguran nuestro confort diario sin la necesidad de movernos del sofá.

Disfrutar de un ambiente relajado entre amigos o en familia es ahora más fácil gracias a las innovaciones tecnológicas que en los últimos años han desembarcado sobre el mundo del descanso, incorporando al sillón piezas tan inusuales como los posavasos, las bandejas o los revisteros. Entre todos los accesorios que puede llegar a integrar tu sofá, muy útiles para mejorar sus prestaciones de bienestar, OKSofás te propone la implementación de altavoces y de adaptadores tecnológicos, que constituyen sin duda alguna una de las opciones más revolucionarias en materia de confort.

Música en tu sofá, ¡descanso al mejor ritmo!

Si tu salón no cuenta con ningún tipo de aparato que reproduzca música al instante y no concibes la idea de tumbarte sobre el sofá sin tener de fondo un hilo musical agradable, la instalación de un sistema de altavoces integrados en el mueble es el gadget tecnológico que tu día a día necesita. En la actualidad,  este tipo de aparatos o adaptadores permiten que tanto el iPod como el iPhone puedan conectarse de forma inmediata, reproduciendo así todas las listas de música que están guardadas en los dispositivos. Además, este tipo de instalaciones incluyen una ranura para tarjetas SD y también añaden conectividad Bluetooth, prestaciones que permiten que la reproducción musical pueda llevarse a cabo casi desde cualquier sistema.

Bandejas y revisteros: ¿qué opción se adapta mejor a tu descanso?

La finalidad principal de este tipo de accesorios es que todo aquello que necesites para favorecer tu confort diario se encuentre al alcance de tu mano. Por este motivo a día de hoy existen un sinfín de complementos que, colocados sobre los reposabrazos del sofá, pueden mejorar la sensación de bienestar. Desde bandejas resistentes y extraíbles sobre las que pueden colocarse vasos o platos de comida hasta revisteros fácilmente adaptables al estilo de tu sofá, en los que puedes guardar las revistas o los libros que más te gusta leer cuando tienes tiempo libre. Escoger uno u otro accesorio es cuestión de gusto o prioridad, ya que la sensación de confort o las preferencias de descanso pueden variar en función de nuestras necesidades diarias.

Telas naturales para el sofá: ¿lana, algodón, seda o lino?

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El color, el estampado o incluso el tacto son sólo algunos de los factores atractivos por los que la mayoría de la gente se guía a la hora de comprar un sofá. Sin embargo, a veces olvidamos prestar atención a aspectos mucho más importantes para el mantenimiento o la comodidad de su uso, como por ejemplo la elección adecuada de la tela de nuestro sofá.

Cuando se trata de tejidos de origen natural, sus propiedades orgánicas pueden influir de forma directa a la resistencia, la calidez o la frescura de nuestro descanso, por lo que conocer de antemano qué prestaciones podemos obtener de cada clase de tela es fundamental si queremos garantizar una buena conservación o un reposo diario de calidad.

La lana, un aislante térmico de calidad

Este tipo de fibra natural se ha convertido a día de hoy en uno de los materiales más utilizados para favorecer el confort y la calidez del buen sofá, sobre todo porque resulta un material muy absorbente y con gran poder de recuperación. En función del tipo de rizo o incluso de la finura que presente la lana, la apariencia de este material puede variar, por lo que a nivel estético resulta más o menos elástico o agradable al tacto. Puede encoger si se lava a demasiada temperatura y se deforma si la secamos colgada.

El algodón, muy resistente al roce

Si te interesa adquirir un tejido que cubra tu sofá y que al mismo tiempo lo proteja de cualquier tipo de rasgado el algodón es el material que necesitas, ya que además de su flexibilidad proporciona una resistencia a prueba de todo tipo de descanso. Aunque el algodón constituye un tejido natural que no adhiere bien el color y que se arruga con facilidad, entre las principales ventajas de este material se encuentra sin duda alguna su aspecto fresco y descansado.

Lino y seda, dos tejidos elegantes pero delicados

A diferencia de otro tipo de telas, la seda no resulta una textura tan fuerte o resistente al roce y al sudor, por lo que es necesario que su mantenimiento reciba un cuidado más especial. Y lo mismo sucede con el lino, que debe lavarse siempre a mano. A pesar de sus pequeñas desventajas en materia de limpieza, este tipo de tejidos son muy frescos y de tacto agradable, ideales para un ambiente distinguido y repleto de estilo.

¿Los sofás de piel son calurosos?

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A la hora de adquirir un sofá son muchos los aspectos que pueden inclinarnos a optar por uno u otro modelo. Desde su número de plazas hasta su comodidad, existen infinidad de características que nos ayudan a escoger un lugar de reposo que se adapte a la perfección a nuestras necesidades.

Con la llegada del buen tiempo y el aumento de las temperaturas, es más que posible que el calor te haga recular a la hora de comprar un sofá de piel. Pero al margen de las dudas iniciales, ¿es cierto que los sofás de cuero aumentan o rebajan nuestra temperatura térmica al estirarnos?

Piel natural o sintética, una diferencia gradual

El mito del sofá de piel puede resumirse en una idea básica: si el tejido es de origen natural, éste no da calor ni transmite más temperatura que la que hay en el ambiente o en el interior de la vivienda. Lo que ocurre en muchos casos es que, debido a la transpirabilidad y a la porosidad de este tipo de producto, que presenta un funcionamiento igual al de la piel humana, cuando llegamos a casa acalorados por las altas temperaturas de la calle y nos tumbamos sobre el sofá automáticamente aumentamos su sensación de calor. Y lo mismo pasa cuando hace frío, por lo que una de las opciones más recomendables para evitar que se produzca este incómodo efecto térmico es esperar un poco antes de estirarnos sobre la piel para que la temperatura de nuestro propio cuerpo se estabilice.

Si por el contrario la piel de nuestro sofá es sintética, y por lo tanto no transpirable, este tipo de material sí puede llegar a transmitir calor o frío cuando nos tumbamos, apoyamos la espalda en el respaldo o simplemente nos sentamos. En este tipo de sofás lo que sucede es que el propio tejido absorbe y retiene la temperatura de nuestro cuerpo, por lo que resulta más complicado que ésta se equilibre y nos permita disfrutar de un momento de verdadero descanso.

Proteger la piel del sol, un mantenimiento de calidad

Si nuestro sofá de cuero natural está orientado y colocado en una zona de la casa en la que constantemente da el sol, la piel puede deshidratarse y afear su aspecto hasta llegar a deteriorarse. Por este motivo es fundamental que durante el verano la protejamos de una exposición directa a la luz o incluso a las lámparas de más potencia. También es aconsejable recordar que los radiadores o las bombas de calor no pueden estar a menos de medio metro de distancia del sofá.

¡Pinta tu viejo sillón y cámbialo de color en pocas horas!

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Cuando conservamos muebles antiguos y los utilizamos como parte de la decoración de nuestra casa, uno de los inconvenientes que derivan de su uso es que éstos se desgastan más rápidamente con el paso de los años.

Sean mesitas, sillones o sofás, estas piezas pueden llegar a convertirse en verdaderas obras de coleccionista, por lo que en algunos casos el deterioro de su tejido invita a la conservación y a la reinvención. De esta forma podemos evitar tener que desprendernos de un mobiliario de tal valor personal o artístico, adoptando una postura restauradora que además puede ayudarnos a cambiar en pocos pasos el estilo de cualquiera de las habitaciones de nuestra casa.

Si estás cansado del aspecto de tu salón y lo que quieres es darle un toque mucho más moderno y primaveral, desde el blog de OKSofás te presentamos una forma muy original de transformar la decoración de tu hogar sin la necesidad de hacer grandes adquisiciones. En la actualidad, existen amplios abanicos de materiales que pueden ser tintados sin miedo a estropear la pieza, aunque es fundamental que se utilicen pinturas especiales y de calidad que cubran por completo cada una de las zonas que queremos redecorar.

¿Qué ingredientes necesitas para redecorar tu sillón?

Uno de los materiales más utilizados para colorear la tela de cualquier sofá es la pintura acrílica de látex, que gracias a su textura recubre de forma plástica cada una de las partes de la tela que queremos transformar. No obstante, para que este tipo de pintura provoque sobre nuestro sillón el efecto que deseamos, no debemos olvidar mezclarla con agua y medium. Esta última sustancia es indispensable para completar el cambio de color, ya que ayuda a transformar la pintura acrílica en pintura apta para ser aplicada sobre tela. Se trata de un producto muy utilizado en todo tipo de tejidos prelavados, tanto si su origen es natural como sintético.

¿Qué pasos debes seguir para renovar la tela con pintura?

Antes de efectuar la primera capa de color debes asegurarte de que la tela esté completamente limpia, pasando un aspirador por encima para retirar todo el polvo que suele acumularse a lo largo del día. A continuación, es importante que utilices un spray de agua para humedecer la tela que va a ser pintada, recubriendo con cinta aislante todas aquellas zonas del sofá o del sillón que no desees pintar. Utilizando rodillos de esponja y siguiendo las instrucciones sobre las cantidades exactas del producto que debemos utilizar, podemos mejorar el aspecto del sofá con un toque moderno y original.

 

Portes y mudanzas: embala tu sofá para un transporte seguro

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Los traslados o los cambios de domicilio están a la orden del día. Por este motivo, si tienes pensado realizar una mudanza en los próximos meses, es fundamental que conozcas de qué forma puedes proteger a tu sofá o a tu colchón para que éste no reciba golpes ni se dañe durante el cambio de inmueble.

Además de planificación y organización, para garantizar el éxito de cualquier mudanza es fundamental que se elijan los sistemas de protección más adecuados a la hora de embalar el mobiliario. Las cajas, las envolturas acolchadas o incluso las mantas pueden utilizarse para preparar la mudanza sin riesgo a padecer golpes o rasgaduras que deterioren su aspecto original.

Funda de burbujas, una protección a medida

Cuando se lleva a cabo un traslado, sobre todo si se trata de piezas de la casa muy pesadas o de grandes dimensiones, es posible que durante el transcurso de la mudanza el mobiliario sufra movimientos bruscos o violentos. No contar con el vehículo adecuado para el transporte o ejercer una conducción inadecuada puede empeorar el porte, aunque si se contrata a una empresa con trayectoria dentro del sector y se cubre de forma eficaz la totalidad del mueble es muy difícil que éste sufra daños inesperados.

Entre los elementos que suelen utilizarse para garantizar una mudanza segura destaca sin duda alguna el uso de las fundas de burbuja o plásticos acolchados, que revisten por completo toda la pieza evitando que alguna de sus partes quede al descubierto. Además de resultar muy resistentes a los golpes, amortiguando su efecto dañino, este tipo de forros protectores se adaptan a la perfección a la forma del sofá o del colchón, ya que están especialmente diseñados para éste tipo de mobiliario. Sólo es necesario utilizar un poco de cinta o precinto para fijar la funda o el revestimiento a la estructura, reduciendo así los movimientos de sus diferentes piezas.

Empaqueta los cojines a parte y agiliza el traslado

Si la estructura de tu sofá incluye cojines muy voluminosos, una de las mejores opciones para facilitar la mudanza y reducir el peso del envoltorio es embalar los cojines por separado. De esta forma conseguirás que la pieza pueda pasar por la puerta con mayor facilidad, convirtiendo el traslado en un porte rápido, fácil y muy seguro.