Una historia llena de sofás

A día de hoy, el sofá es un elemento imprescindible de cada hogar. En este artículo veremos la historia de este mueble, desde su origen hasta la época donde desapareció, terminando con la producción en masa actual que ha provocado que todos podamos disfrutar de un cómodo sofá en nuestro salón.

Origen de la palabra y evolución clásica

La palabra sofá tiene más de 4000 años de antigüedad. El primer registro de la palabra data del año 2000 antes de Cristo en Egipto. Proviene de la palabra árabe “suffah”, cuya traducción aproximada es “banqueta”.

En aquella época los sofás estaban reservados a la élite, principalmente los faraones y la aristocracia y se asemejaban a los actuales chaise longues. Las culturas griega y romana también adoptaron el mueble. Tanto los kline griegos como los lectus romanos ya contaban con cabeceras, espumas y cojines, convirtiéndose en piezas esenciales de la vida social clásica.

Desaparición y resurgimiento

Con la caída de Roma en el siglo V, Europa entró en la Edad Oscura, un periodo donde el sofá dejaría de existir tal y como lo conocemos. Durante cerca de un milenio la humanidad recurrió al uso de bancos, taburetes y banquetas, alejándose de la opulencia que suponía el sofá clásico. No sería hasta finales del siglo XVI, en pleno renacimiento, cuando los artesanos de toda Europa comenzaron a resucitarlo.

Encuadrados dentro del barroco, estos artesanos comenzaron a crear sofás de sorprendentes diseños pero que dejaban mucho que desear en cuanto comodidad. No era extraño que los asientos estuvieran rellenos de materiales inusuales como crines de caballo, paja o incluso musgo seco.

El sofá como hoy lo conocemos

A partir del siglo XIX, creadores de muebles como el británico Thomas Chippendale comenzaron a divulgar patrones de diseño más homogéneos, donde primaba la elegancia y la funcionalidad. La Revolución Industrial, con la invención de la máquina de coser, ayudaría también a la popularización del sofá al poder fabricar tejidos de forma más rápida y barata.

Para comienzos del siglo XX el sofá se había tornado en un mueble práctico que comenzaba a entrar en las casas de las clases trabajadoras, popularizándose del todo para mediados de siglo. A partir de entonces el sofá experimentaría nuevos horizontes creativos, tanto en diseño como en el uso de nuevos elementos y tejidos.

El sofá ha vivido numerosos cambios desde sus humildes orígenes hasta el día de hoy. Somos afortunados al tener al alcance una gran cantidad de estilos, colores, telas, complementos y tamaños. Todo por no querer sentarnos en un banco de madera.